Mientras que los humanos disfrutan mucho de las cosquillas, a nadie le gustan tanto como a este pequeño pingüino llamado Cookie. Este pequeño vive en el zoológico de Cincinnati (EEUU), es la mascota de la Bird House del zoo, y reparte alegría y risas donde quiera que va. En el vídeo, uno de sus cuidadores le hace cosquillas en su vientre y le hace reír tan fuerte que probablemente todo el zoológico lo oyó.
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