Tras ser mordido por araña casera, Orlando Jiménez Jiménez (31) tiene habilidades especiales y desde el pasado 26 de septiembre lucha por mantenerse con vida, ese día una araña casera mordió su oído provocando un rápido deterioro de su salud que lo ha llevado al borde la muerte.
Los médicos del hospital Honorio Delgado Espinoza de la ciudad de Arequipa están sorprendidos de como las toxinas del veneno han causó tanto daño en poco tiempo, pese a que recibió tratamiento a las pocas horas de ser mordido.
El veneno de la araña también provocó que los riñones e hígado de Orlando dejen de funcionar, por lo que los galenos deben realizarle hemodiálisis cada dos días.
Sus padres de condición humilde gastan cada día 700 soles entre pañales, transfusiones, medicamentos y exámenes que deben practicarle, por eso piden apoyo económico a la población para cubrir los gastos y sangre O+. Sus amigos crearon una página en Facebook «Ayudemos a Chamo» para buscar apoyo.
Su mamá Felicitas María Jiménez contó que viven en el distrito de Punta de Bombom, provincia arequipeña de Islay, el sábado 26 de setiembre su hijo estaba en su colegio, cuando fue al baño una araña habría caído del techo sobre su cabeza, a los pocos segundos mordió su oído.
Cuando fue a su casa, lo llevo a la posta del lugar, ahí le pusieron algunos antídotos, pero su estado de salud empeoró el domingo 27 por lo que llevó a su hijo hasta el hospital regional de Arequipa donde quedo internado. Pese al tratamiento que recibe cada día su salud empeora.
IMPORTANTE : La mordedura de las arañas caseras puede ser mortal para cualquier persona, independientemente de su edad o condición física; la muerte suele ocurrir por insuficiencia renal aguda y falla multiorgánica.
Por ello, recomendó a los padres de familia prevenir las mordeduras de las denominadas “arañas caseras” , especialmente en los niños, quienes en forma inadvertida pueden contactarlas mientras juegan en el hogar. “Es fundamental prevenir que los menores de edad ingresen a lugares oscuros, como debajo de la cama, azoteas, techos, jardines con maleza y otros sitios sombríos, lugares donde viven los arácnidos”,