Este pequeño fue captado con las manos en la masa. Después del delito, atravesó todo tipo de caminos y obstáculos para llevar a su presa a un lugar seguro. El tigre de peluche (prácticamente más grande que el mismo gato) no sabía lo que le esperaba.
No era la primera vez que el gatito intentaba robar el peluche de sus vecinos, pero al ser más grande que él, no había podido concluir su fechoría.
La segunda vez el plan estaba mejor pensado y el gato logró robar a su presa. Lo que nadie se imaginaba es que solo quería un compañero de juegos.
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