Para lograr esta increíble forma de arte, el creador debe utilizar colores especiales que no se disuelvan en el agua y puedan flotar el tiempo suficiente para ser manipulados por el artista, que debe tener pulso firme, ya que hasta el más mínimo error podría arruinar la obra. De acuerdo al pintor Sang, “El agua tiene mente propia, y se moverá de la forma en que desee, está en el artista poder comprender sus movimientos e incorporarlos a la pintura. El agua tiene vida y estas pinturas también.
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